El tratamiento más efectivo para el trastorno obsesivo-compulsivo es a menudo la terapia cognitivo-conductual. Los antidepresivos se usan a veces en combinación con la terapia, aunque la medicación sola raramente es eficaz en el alivio de los síntomas del TOC.
La terapia cognitiva conductual para el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) tiene dos componentes:
La exposición y prevención de respuesta que implica la exposición repetida a la fuente de la obsesión para luego pedir a la persona que se abstenga de la conducta compulsiva que normalmente realice para reducir su ansiedad.
La terapia cognitiva se centra en los pensamientos catastróficos y el sentido exagerado de la responsabilidad que se experimenta. Una gran parte de la terapia cognitiva es la enseñanza de una manera sana y eficaz de responder a los pensamientos obsesivos, sin tener que recurrir a un comportamiento compulsivo.
Para saber más: Trastorno Obsesivo Compulsivo.
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